domingo, 8 de diciembre de 2013

Y yo que sigo aquí buscándome los puntos cardenales

Esta semana me he repasado el alfabeto

Jesús María y José, mira que hacía tiempo que no me recitaba yo el alfabeto, casi me da cosuca decirlo pero me se habían olvidao algunas letras y todo... pues ésta semana el Fausto me pilló recitándolo y buscándome los puntos cardenales esos en el baño, le digo mil veces que llame antes de entrar, pero desde luego si en cincuenta años no he conseguido que tire de la cadena del váter y que llame a la puerta cuando está una haciendo sus necesidades, no lo voy a conseguir ahora. Se quedó un poco pasmao al verme investigando, pero ¿y la alegría que me di? Por lo menos, por lo menos, ya me he encontrao dos... aunque no recuerdo cómo se llamaban.

Y luego lo del seso vainilla ese... Eso sí que no lo entendí mucho, porque yo la postura del misionero no sé qué será... misionero sólo conozco a uno, el hijo de la Paqui, que le dio por irse a Camboya a ayudar a los negritos que pasan hambre, y yo a ese pobre hijo mío no le veo haciendo ninguna de las posturas que practicaba yo el otro día en el baño, así que tendré que preguntar a la muchachada del pueblo que es eso del seso vainilla porque a mí, lo que se dice claro, no me ha quedado. Eso sí, la foto de la señorita me recordaba un poco al Fausto y a mí, aunque yo era mucho más guapa en mis tiempos mozos, dónde va a parar, los traía a todos de calle, una mujer de las de rompe y rasga de toda la vida, vamos, me decían que me parecía un poco a la Rita Haybur, así que para qué os voy a contar...

Lo de la aventura erótica esa sí que me gustó, además los libricos esos se los regalaba yo a mi nieto cuando era pequeño, luego ya le dio por la moto y no volvió a coger un libro en su vida el condenao, ésta juventud. Yo no sé sí me leería alguna de esas cosas... el de la señorita que tiene contactos con los muertos y que se quiere trajinar a un doctor muy apuesto parecía interesante, lo mismo se lo pido a mi nuera por navidades...

Por último lo de la música. ¡Jesú! Si lo hubiera sabido antes lo habría puesto en práctica hace mucho tiempo. Probaré con el Fausto a ver si mañana por la noche le apetece que oigamos juntos un bolero, o a Carlos Gardel, que en mi época era una delicia escucharle, lo mismo los vecinos tienen que llamarnos la atención y to', ¡Señor, qué vergüenza! Será verdad que la música amansa a las fieras.

Pues nada, muchachada, yo me voy a ver si me como un heladico de vainilla de los que se dejó la Mari el otro día aquí, que con eso del seso me apetece mucho algo fresquito... y la verdad es que mejor sabor que ese no se me ocurre.

La Marce, la de las flores


1 comentario:

  1. Gracias por reflejar con la Marce muchas de las cosas que hemos ignorado las mujeres de cierta edad. Gracias porque estais ayudando a que se caigan muchos tabues.

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