He dejado a la Mari con la palabra en la boca cuando ha subido a traerme el pan, ayer me se quemaron las cocretas por dejarlas demasiado tiempo en la sarten nueva que me trajo mi yerno, y todo por venir aquí a sentar las posaderas y leer lo que estas cuatro pecadoras tienen que contarme. Estoy aprendiendo con esto de la internet lo que no está en los escritos, ¡y mira que hace tiempo me negué a que me regalaran un trasto de estos!
En primer lugar aquello de los juguetitos (me santiguo porque de verdad que los juguetes en mi infancia eran otra cosa, cómo han cambiado los tiempos). ¡Cuantísimos colores, cuantísimos usos! ¿De verdad son necesarios tantos cachivaches para una misma función? En fin, si las niñas de hoy en día los necesitan yo no me voy a negar, en el fondo parece divertida la cosa... ¡quién pillara uno! Tengo que preguntarle a la nieta de la Toñi sí conoce alguna tienda por aquí que se dedique a eso... Ella tiene cara de saberlo.
Después llegaron las comidas afro... af... bueno, ¡las comidas para subirle a una la bilirrubina! Uy, sin duda ese fue mi tema favorito. Esta semana ha sido una semana de experimentación en casa. Que si echamos un poco de nuez por aquí, que si canela por allá... quería ver qué efecto surtía en el Fausto, lo cierto es que no he visto ningún cambio aparente en él. Como mucho ha roncado un poco más fuerte esta semana. Tendré que seguir con los experimentos.
Más tarde se puso un poco más seria la cosa. Aprendí mucho sobre las rameras. De esas yo conozco pocas por aquí, y que de las que cobran menos aún. Pobretas, lo cierto es que sentí mucha lástima, pero también aprendí sobre el tema, ¡anda estos chinos! ¡ellos sí que saben, oye! Tengo que preguntarle a Lin, que acaba de abrir una tienda al lado justico de la iglesia. Quiero saber más.
Y luego por último eso del porno, ¡Jesús! Después de ver eso ya no le voy a dejar el ordenador al Fausto, que a saber qué hace cuando yo me bajo a comprar a la plaza. Quita, quita. Aunque eso de The Hole (De Jole) me interesó muchísimo... A ver si mi nieto me compra entradas...
En fin, niños, que alguien tiene que preparar el cocido porque no se prepara solo. Aunque con los tiempos que corren dentro de poco podré hacerlo con la maquinita esta... ¡Veremos qué tal nos trata esta semana!
La Marce, la de las flores
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