miércoles, 13 de noviembre de 2013

La luz roja que nunca se apaga

La prostitución, un oficio muy antiguo


A día de hoy sigue dando que hablar. Pasamos por Montera cualquier calle de Madrid y nos encontramos ese percal. Mujeres enfundadas en taconazos y con cinturones por falda, rogando a algún transeúnte por un poco de sexo para poder comer. Y, siendo sinceros, en general no nos gusta. Nos preguntamos ¿lo hará porque quiere? ¿Estará obligada? Pero rápidamente nuestros pensamientos tornan hacia otra cosa. Vale que hay gente que lo defiende, que señala que es un oficio "tan digno como cualquiera", pero en general sigue siendo un tabú, un tabú para el que es el oficio más antiguo del mundo, sin exagerar, y que existe en todas partes. ¿Sabias, además, que en la antigüedad estaba muy bien visto? Desde informeseXXX queremos analizar un poco su historia...


Las heteras (o hetairas)


Chicas, si alguna vez a alguien le da por llamaros hetairas tened en cuenta que no os están diciendo nada bueno. O tal vez sí. Hetaira era como se conocía a las cortesanas en la Antigua Grecia. Aunque su oficio estaba relacionado con la prostitución (los grandes hombres como los filósofos, los políticos o el mismo Alejandro Magno pudieron gozar de la compañía de alguna de ellas) en realidad eran mujeres instruidas e independientes, normalmente extranjeras, en algunos casos esclavas, que se dedicaban a la danza y a la música. Entre ellas destaca Friné. Friné era una hetaira célebre por su belleza, a la que casi todos habremos visto alguna vez pues servía como representación de los bustos y las esculturas de la diosa Afrodita. La leyenda cuenta que, cierta vez, durante un juicio en el que la iban a condenar por impiedad (un delito muy grave en la época), Hipérides, el orador que la defendía, desesperado por salvarla, decidió que la hetaira se desnudase ante los jueces, alegando que semejante belleza no podía dejar este mundo. Y, efectivamente, el argumento sirvió, porque finalmente no fue condenada.



Las geishas japonesas

Poca gente sabe que, en un primer momento, las geishas eran en realidad hombres dedicados a la danza y a las artes (geisha en japonés significa algo así como artista). Por el conocido libro y la película de "Memorias de una geisha" pudimos conocer mejor a qué se dedican las geishas, que, aún hoy siguen existiendo en Kioto, aunque en un número mucho menor a los siglos pasados, pero, en realidad, en el libro se mostraban ciertas equivocaciones que podrían hacer caer al espectador en un error.
En realidad las geishas no son prostitutas como comúnmente se cree, eso viene de un error de concepto en el que se ha equivocado a la geisha con la oiran, que sería algo así como una cortesana de lujo en Japón, y que surgieron durante el periodo Edo (aproximadamente hacia 1600). Las geishas no venden su virginidad al mejor postor ni tampoco se acuestan con sus clientes. Son, simplemente artistas tradicionales que se instruyen en oficios como la literatura, la danza, la música o la ceremonia del té para poder entretener a sus clientes que, además, pueden ser hombres o mujeres.



La kisaeng en Corea



Parecidas a las oiran japonesas, estas también eran mujeres dedicadas al entretenimiento. Las kisaeng eran artistas que trabajaban entreteniendo a otros. No todas las kisaeng eran prostitutas, esto sucedía cuando chicas de pueblo eran vendidas para convertirse en kisaeng y se convertían en prostitutas por sus condiciones de pobreza.
Eran cuidadosamente entrenadas y frecuentemente introducidas en las bellas artes, la poesía y prosa, aunque a veces sus talentos eran ignorados debido a su estatus social inferior.
La carrera de la mayoría de las kisaeng era muy corta, generalmente iniciaban a la edad de 16 y terminaban a los 22. Sólo pocas kisaeng eran capaces de mantenerse en el negocio teniendo más de 22 años (algo así como las modelos en la actualidad, pero más exagerado).



A día de hoy, sin embargo, la imagen de la prostituta es el de una mujer marginal, normalmente extranjera, dominada por alguna mafia, que no tiene más remedio que vender su cuerpo en la calle. En Asia, por ejemplo, se da el caso de pueblos que se han convertido en antiguos prostíbulos, donde las niñas son obligadas a convertirse en prostitutas. En casi todos los países de Europa la prostitución se encuentra penada, aunque hay países como Amsterdam que lo llevan "a gala" y lo potencian como una forma de turismo. Su barrio rojo es una de las zonas de Europa más transitadas por los turistas. Desde este blog queremos saber tu opinión ¿qué opinas sobre la prostitución? ¿Debería legalizarse? ¿De esa manera las mujeres se encontrarían más protegidas? ¿O en cambio te parece una frivolidad utilizarlo como una forma de negocio y para atraer al público?

                             Barrio rojo en Amsterdam



Por cierto ¿sabias que en la Antigua Roma solían colgar un falo en su puerta o una luz roja para que los clientes supieran cuándo tenían que ir a verlas?
Nosotras te dejamos con esta canción de The Police, muy conocida, y que justo habla de una relación tormentosa con una mujer de los bajos fondos.




Ada Nuño

No hay comentarios:

Publicar un comentario