Que no os sorprenda que mucha gente piense que este tipo de sexo sólo se da en culturas occidentales que sólo lo practican los monjes budistas. A si que esperamos que esta entrada sirva para que las personas que pensaban esto, se acuesten queriendo practicarlo (y con alguien que no sea necesariamente ni monje ni budista, ni tenga un pisito en el Tibet), y para los que ya sabían de que se trataba, conozcan nuevas técnicas y mejoren la práctica.¡Vamos al lío!
¿Qué es el sexo tántrico?
El tantra o
el tantrismo es una de las variaciones esotéricas que enseñan a utilizar el
deseo como sendero a la realización personal, es decir, no se busca ‘echar uno
rapidito’ o el sexo convencional, sino que se basa en la parte más espiritual
dando protagonismo a la energía que se genera cuando los cuerpos inician un
ritual de placer, con el fin único de llegar al orgasmo por ambas partes.
La
eyaculación pasa a un segundo plano, hasta el punto que en este tipo de sexo no
se suele dar ya que se considera “una pérdida de energía inútil” y que con
eyacular una vez al mes, suficiente. (¿Qué pensáis chicos?)
Conclusión,
para que nos entendamos, el sexo tántrico es más de preliminares, sensualidad,
paciencia y preparación que del conocido ‘aquí te pillo aquí te mato’.
Chicas, esto os va a gustar.
Aquí, la
mujer es la protagonista y la que lleva las riendas de la situación, y el chico
si quiere practicar y dejarse llevar al lado ‘tantra’ deberá dejar que la mujer
lleve el ritmo. Los primeros en elaborar sus mentes y cuerpos para llegar al
sexo tántrico defendían la importancia de la mujer, que debía ser tratada como
una diosa y una fuente de energía constante. De ella dependía la llegada al
máximo placer conjunta, ella es la que puede dominar la situación
convirtiéndola en un proceso espiritual óptimo.
El goce
compartido se convierte en el fin de este acto.
Y ahora, ¿Cómo llevarlo acabo con
nuestra pareja?
Lo primero
y más importante, no tener prisa. Desde el inicio hasta el final, pueden llegar
a pasar 2 horas. La clave está en tomárselo con calma y paciencia.
La
ambientación de lugar será esencial. Enciende velas, coloca flores frescas y
compra aceites para masajear a tu pareja, busca música de relajación y apaga
cualquier aparato que pueda hacer ruido. Deja al pie de la cama frutas y agua
para los momentos de descanso y deshazte de cojines, edredones o sábanas que
puedan molestaros, colócalos en el suelo para aumentar el espacio donde moveos.
Los
“expertos” recomiendan una serie de pasos primordiales para un buen ejercicio.
Se comienza
con la respiración, básica en todo el proceso, los dos sentados, la mujer se
coloca encima del hombre, ambos inician la respiración al mismo tiempo, uno
exhalando y otro inspirando, a partir de ahí, los sentidos empiezan a jugar un
papel importante.
Los masajes
y las caricias también serán esenciales, hazlo con calma y sabiendo el fin que
quieres conseguir. No vale con dos caricias y ‘hala, venga’, NO, se aconseja
que esta parte dure al menos 15 minutos.
Parece que
con tanta energía, espiritualidad y caricias, se les olvidó una parte
importantísima: Los besos.
Pues no,
ahora es cuando entran en juego. La idea es besarse pero, muy importante, sin
tocarse (vale por todo el cuerpo, eso si) y a medida que la “intensidad” vaya
aumentando, en este caso la mujer deberá controlar la situación.
Y ahora,
por último (¡Sí chicos, ya hemos llegado!) la penetración. Y nada de la
‘técnica de la metralleta’, no no, aquí será un coito controlado y lento, con
la mujer siempre encima, contrayendo los músculos de la vagina y sin acelerar
los movimientos, todo esto favorecerá que se retrase la eyaculación masculina y
que cuando se llegue al orgasmo este pueda incluso durar hasta 30 minutos (¡!).
Hay
personas que recomiendan el sexo tántrico como parte fundamental de la vida y
que es mucho mejor que el sexo que todos conocemos.
Ahora
después de leer esto cada uno es libre de querer intentarlo, probar e innovar
en el mundo tan amplio que nos ofrece el sexo o bien seguir con las técnicas
tradicionales, que todo hay que decirlo, tampoco está mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario